Los principios de la agricultura ecológica

Los Principios de la Agricultura EcológicaVides de Pardo Tolosa

En la producción de alimentos ecológicos no está permitido el uso de fertilizantes, plaguicidas o herbicidas de síntesis química,  ni tampoco pueden emplearse OGM (Organismos Genéticamente Modificados) ni productos producidos a partir de estos en la producción y/o elaboración de alimentos ecológicos. De esta forma, el modelo de producción ecológico ofrece garantías sobre la calidad y seguridad de los alimentos que llegan a los consumidores, pero, ¿cómo se producen los alimentos ecológicos?

LOS PILARES DE LA AGRICULTURA ECOLÓGICA

Los pilares de la producción ecológica se fundamentan en una serie de principios básicos, a partir de los cuales se desarrolla el conjunto de normas y reglamentaciones que regula la producción ecológica de alimentos. A nivel general, se utilizan de forma prioritaria métodos y prácticas basados en recursos naturales propios, al mismo tiempo que se reducen en las diferentes unidades de producción el uso de recursos externos, estando supeditada su utilización, en caso necesario a consideraciones específicas.
Los principios generales tienen su aplicación concreta en los diferentes tipos de producciones ecológicas, tanto animales como vegetales.
La conservación y el mantenimiento del suelo son la base de la producción ecológica. Las labores y técnicas que se aplican en su manejo van encaminadas a conservar y aumentar el contenido de materia orgánica y la actividad de los microorganismos que en el habitan. En este sentido, la fertilización de los cultivos se basa en el mantenimiento de unos niveles estables de materia orgánica que aseguren la productividad. Este equilibrio se alcanza a través de un manejo adecuado (abonos verdes, rotaciones de cultivo, manejo adecuado de las adventicias…) y mediante la adición de distintos elementos tales como estiércoles y purines procedentes de granjas de animales de producción ecológica, o que se encuentren en régimen extensivo, así como purines, maceraciones o extractos de plantas con alto contenido en nutrientes, residuos de otros cultivos o los abonos orgánicos que se comercializan actualmente y que se encuentran autorizados para su uso en agricultura ecológica. Al mismo tiempo, es importante también prevenir y combatir la compactación del suelo y la erosión.
El manejo de plagas y enfermedades de los cultivos, se basa principalmente en la adopción de medidas destinadas a prevenir la aparición de las mismas, tales como un nivel óptimo de nutrientes en el suelo, el uso adecuado y eficiente del agua, favorecer la aparición y el mantenimiento en la unidad de producción de enemigos naturales de las plagas (mantenimiento de setos, buen manejo de flora arvense…) , así como la práctica de técnicas culturales beneficiosas (eliminación de partes dañadas, podas de aclareo, etc.).En el caso de que aparezca la plaga o enfermedad, se valora el daño potencial que podría provocar al cultivo, con el fin de determinar si realmente es necesaria la aplicación de tratamientos para su eliminación. Si se considera necesario recurrir al empleo de fitosanitarios, se pueden utilizar los que se contemplan para tal fin en el reglamento sobre producción ecológica.

El manejo de las malezas, se realiza mediante labores mecánicas o métodos físicos. Debe conocerse que las hierbas adventicias no siempre compiten con el cultivo y que a veces, no sólo no compiten, sino que su presencia puede favorecer al cultivo. Si el agua es un factor limitante para el cultivo, se elige una época de siega adecuada de forma que impida que se produzca entre el cultivo y la maleza la competencia por el agua. Teniendo en cuenta que las malezas también aportan beneficios a los cultivos como por ejemplo de reservorio de los enemigos naturales de las plagas pueden llevarse a cabo otras medidas alternativas tales como su incorporación como abono verde a través de labores superficiales o su control con pases de viga niveladora, desbrozadora…

Se minimiza la utilización de recursos no renovables, así como los medios de producción externos a la unidad de producción. En este sentido, teniendo en cuenta la problemática actual existente en torno a la disponibilidad y el mantenimiento de los recursos hídricos como bien escaso, es necesario tanto a nivel general como particularmente en los sistemas de producción ecológica, hacer un uso responsable del agua. Se presta una especial atención al manejo de los sistemas de riego, tanto desde el punto de vista de los requisitos para la limpieza y el mantenimiento de los equipos como para el consumo y la calidad del agua empleada.

Mantenimiento de la biodiversidad, cuando disminuimos la biodiversidad de los sistemas agrícolas provocamos una pérdida del equilibrio entre los distintos componentes, hecho que se manifiesta, entre otros indicadores, con la presencia de plagas y enfermedades. Por este motivo, la biodiversidad es indispensable para que un sistema se autorregule y sustente.

En la BODEGA PARDO TOLOSA estamos comprometidos con la naturaleza y aplicamos sistemas de agricultura ecológica desde 2011, siendo nuestra primera añada de cultivo totalmente ecológico y vino producido totalmente ecológico en 2014. Desde entonces cada año son más los vinos ecológicos producidos en nuestra propiedad, siendo a fecha de hoy 7 los vinos ecológicos de nuestras marcas: HOYA DE MIZARAN 2017, LA SIMA, MIZARAN TEMPRANILLO 2014, MIZARÁN ROSADO BOBAL, MIZARAN BLANCO MACABEO, SENDA DE LAS ROCHAS 2014 y SENDA DE LAS ROCHAS 2016. 

Fuentes:

CAAE – Servicio de certificación de Agricultura Ecológica

MAGAMA – Ministerio de Agricultura.

LOS PRINCIPIOS DE LA AGRICULTURA ECOLÓGICA, Vinos de Alborea, 2017.